Teléfonos inteligentes no son necesarios para menores, aclara experta
Por: Octavio Fabela
TIJUANA.- La medida adoptada por algunas escuelas de impedir que los alumnos ingresen con teléfonos inteligentes, además de una herramienta de seguridad, también servirá para que los niños presten mayor atención a actividades propias de su edad como jugar e interrelacionarse con sus compañeros.
En entrevista, Miriam Fermoso Paredes, coordinadora del Centro Psicolúdico Para Crecer, aseguró que un teléfono inteligente no es necesario para un niño de hasta 12 años ya que existen otro tipo de herramientas de comunicación que puede utilizar para estar en contacto con su familia y con el uso de ese tipo de dispositivos evitar que se retraiga de la convivencia con sus compañeros y maestros.
“Los niños menores de 12 años no tienen necesidad de un teléfono inteligente, ahorita hay muchas más cosas que ellos necesitan, muchos más estímulos, necesitan jugar, necesitan moverse, necesitan también obligaciones, necesitan desarrollar habiliadaddes artísticas [...] incluso labores de casa, hay que incorporar a los niños a las labores de casa”, expuso.
Aclaró que el acceso a las redes sociales y las herramientas tecnológicas que ofrece un teléfono inteligente forman parte de la mayoría de los casos de bullying que se dan en las escuelas, sobre todo por la distribución pública de imágenes que provocan que varios niños se sientan ofendidos y tengan problemas de salud mental.
“El bullying en las escuelas se está generando con estos teléfonos inteligentes acerca de las fotografías que se toman y cómo se comparten entre los miembros y empiezan a bullear y el autoestima del menor que ha sido uso de burla, se daña”, expresó.
La psicóloga hizo un llamado a los padres de familia para que en los casos en los que se muestren conductas irregulares se actúe con mano firme, ya que de no hacerlo provocará que sus hijos crezcan con una idea equivocada de las cosas.
“Los papás tenemos que ser firmes en las reglas y en las consecuencias que pongamos”, expresó.
Aseguró que esta llamada “generación de cristal” lo es porque tienen “padres de azúcar y de papel de china” que seden ante cualquier muestra de inconformidad de sus hijos.
“Somos nosotros los padres los que debemos de ser responsables, sin miedo a la educación, sin miedo a las reglas, sin miedo a los hábitos”, finalizó.