Tijuana

Biodiversidad exige nuevos hábitos de consumo y moderar uso de agua

Para conservar la biodiversidad es vital cambiar los patrones de producción y consumo, además de moderar el uso del agua, porque más de 40 millones de

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por Uniradio Informa

31/05/2022 14:28 / Uniradio Informa / Tijuana / Actualizado al 17/02/2023

- Deberíamos estar en una alerta, más de 40 millones de habitantes dependen de la cuenca del Río Colorado: José Carmelo Zavala

- Elegir productos regionales y de temporada beneficia al ambiente y a la economía

TIJUANA.- Para conservar la biodiversidad es vital cambiar los patrones de producción y consumo, además de moderar el uso del agua, porque más de 40 millones de habitantes dependen de la cuenca del Río Colorado y Baja California debería estar en una alerta ante una sequía tan prolongada.

Así lo consideró José Carmelo Zavala Álvarez, director del Centro de Innovación y Gestión Ambiental (CIGA), recordando que hace mucho tiempo que el agua que se usa en Tijuana no se obtiene localmente, sino que es traída desde Mexicali, pero gran parte de la población pareciera no estar consciente de la vulnerabilidad que esto implica.

“¿En Tijuana qué tantos sabemos de dónde viene el agua que usamos? Hace muchos años que viene de Mexicali, pero hay una sequía prolongada de más de 20 años en la región de California y Baja California; el agua de la cuenca del Río Colorado está muy administrada y medida, más de 40 millones de habitantes dependen de ese río”, alertó.

Deberíamos, opinó Zavala Álvarez, ser más conscientes del uso del agua, no solo para que el gobierno municipal calibre los aspersores y que solo rieguen los camellones, no las banquetas y calles, o para que el gobierno estatal evite fugas en el acueducto, sino también para que las familias tengamos muebles con menos consumo de agua.

“Deberíamos estar en una alerta; hablamos de biodiversidad, de los recursos naturales que tenemos a la mano; ese entorno físico y el clima en que se desarrollan la flora y fauna típicas de la región es lo que nos da esta riqueza natural, pero como dicen los economistas: hay que vivir de la renta del capital natural, para que no se acabe”, dijo.

El egresado del Programa de Estudios Avanzados en Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable LEAD-México, que oferta el Colegio de México, recordó que la biodiversidad se refiere no solo a la diversidad de especies de plantas, animales y microorganismos, sino a su variabilidad genética y a los ecosistemas de los cuales forman parte.

Estamos celebrando, afirmó Zavala Álvarez, los 30 años de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), una institución que ha sido un “parteaguas” del acopio de información y de los materiales de divulgación que ha generado, bajo la dirección de José Sarukhán Kermez.

En la burocracia, recordó, solía decirse “haz una comisión para que nada suceda”, pero la Conabio es una prueba de lo que sí puede suceder y la clave son los expertos que la dirigen, por lo que invitamos a que la gente la conozca y consulte su página de internet, donde hay millones de fichas, videos e infografías acerca de la biodiversidad del país.

José Carmelo Zavala recalcó que una de las ventajas de conocer la biodiversidad de cada región es que puede conocerse lo que se produce a nivel local, lo que permite no solo comprar los productos de temporada, que están a mejor precio, sino apoyar a los productores locales y adquirir productos que tienen una menor huella ambiental.

“La huella de los productos que tenemos puede ser una huella hídrica, por el agua que se consume para producirlos, pero también una huella ambiental por el transporte si viene muy lejos; es una paradoja grosera, que compremos una botella de agua de Noruega, es algo absurdo”, destacó.

Opinó que así como hoy los alimentos altos en azúcares o calorías tienen un etiquetado especial, eventualmente podría indicarse la huella ambiental de un carro, una camisa o una botella de agua, incluso la huella de toxicidad, es decir, los pesticidas, herbicidas o fertilizantes que requirió una manzana para llegar íntegra a la mesa del consumidor.

Es vital, insistió, que conozcamos cuáles son los productos que se producen y podemos consumir en nuestra propia región, porque si preguntas a la gente si saben dónde se producen las naranjas que come, la respuesta es no, y con esta información podría decidir consumir productos regionales que no fueron transportados desde muy lejos.

“Hay que consumir productos regionales y de temporada, no querer uvas cuando no es temporada y resulta más caro, pero la gente no sabe de qué es temporada, no sabe siquiera qué se produce localmente, su más elemental relación con la naturaleza y la biodiversidad, no sabe de dónde vienen las papas que come o la leche que toma”, dijo.

Promover esta cultura y este cambio de hábitos de consumo, destacó, nos corresponde a todos, pero sin duda que la divulgación puede iniciar en la Secretaría de Educación, en los medios de comunicación, en los grupos comunitarios, en el impulso a los huertos urbanos, este conocimiento implica una reconexión con la naturaleza y la biodiversidad.

“Tenemos como tarea pendiente un acuerdo de colaboración con la Conabio para desarrollar la Estrategia Estatal de Biodiversidad; solo falta en Baja California y otros tres estados; es un proceso que documentará y clasificará nuestra riqueza a escala estatal y municipal para tomar decisiones con la mejor información científica disponible”, dijo.

Recordó que en el trabajo de la Conabio se sustenta, por ejemplo, la prohibición de México para la introducción del maíz transgénico, el maíz modificado genéticamente, a regiones, porque este es un centro de origen con más de sesenta especies de maíz silvestre y en esa variedad genética se basa la supervivencia de muchas especies.

Habría que decir con mucha contundencia, aclaró José Carmelo Zavala, que la Conabio promueve el conocimiento y uso de la biodiversidad, de modo que no está en contra de utilizar los recursos naturales, siempre y cuando se empleen de manera consciente, científica y sustentable, porque el capital natural es la base de la supervivencia.

“Suele pensarse que el cambio climático es algo lejano, un asunto global que no va a suceder localmente, lo mismo pasa con la biodiversidad, pero a la biodiversidad tenemos que entenderla, conocerla y aceptar que pertenecemos a todo el entorno natural, que de allí depende toda nuestra estructura social, cultural y económica”, finalizó.