Toronto vivió un 2018 violento; ataques de odio dejaron 13 muertos

TORONTO.- Toronto, la ciudad más grande de Canadá, la cuarta más grande de Norteamérica y el hogar de una población diversa de más de 2.9 millones de personas, no escapó a ser escenario y víctima de ataques de odio con un saldo de 13 muertos.

La ciudad canadiense, la más multicultural del país, con su incónica torre CN Tower, es centro global para los negocios, finanzas, las artes y cultura y se clasifica constantemente como una de las metrópolis más habitables del mundo. La mitad de sus habitantes nació fuera del país y aquí se hablan 140 idiomas.

Pese a la defensa gubernamental federal del multiculturalismo como “una fortaleza” y de la promoción del respeto y tolerancia entre los canadienses de diferentes orígenes y culturas, Toronto no quedó exento este año de ser escenario y víctima de ataques de odio.

El pasado 23 de abril se registró en el norte de Toronto un ataque masivo con una camioneta que dejó diez muertos y 15 heridos perpetrado por un joven identificado con el movimiento misógino “Incel”, que culpa a las mujeres de su “celibato involuntario”.

El atacante era un joven de 25 años que se encuentra en prisión. La mayoría de sus víctimas fueron mujeres.

El 22 de julio en el barrio griego de Toronto conocido como Danforth, un joven de 29 años disparó arbitrariamente contra las personas que cenaban en los restaurantes de la zona.

Como resultado del tiroteo murieron una joven de 18 años y una menor de 10 años, mientras 13 personas resultaron heridas y el atacante, que padecía problemas de psicosis, fue abatido por la policía.

Los dos ataques masivos ensombrecieron a esta ciudad iluminada por rascacielos y festivales de verano, y demostraron la necesidad de poner más control en el tráfico de armas.

En este año se registraron más actos violentos que involucran armas de fuego. Según estadísticas oficiales, entre enero y julio se registraron 228 actos con armas, lo que es mucho más de los 84 registrados el año pasado en el mismo periodo.

El alcalde de Toronto, John Tory, quien logró este año su reelección para un periodo más, pidió apoyo al gobierno federal para prohibir el acceso de armas en la ciudad.

Además, solicitó más dinero para ampliar la cobertura de programas de prevención de violencia entre jóvenes, programas de respuesta a situación de crisis en comunidades, plan de jóvenes y empleo, programas de deportes y liderazgo, así como un plan de reducción de violencia con armas.

Para el fin de este año se terminaría la consulta pública sobre el control de armas. De este resultado dependerá si se adopta una prohibición de venta y portación de armas.

“Combatir la violencia requiere nuevos enfoques y una nueva mirada para asegurarnos de hacer todas las miles de cosas que son necesarias para hacer una diferencia", dijo el ministro de Seguridad Fronteriza y Reducción del Crimen Organizado, Bill Blair, quien dirigió la policía de Toronto por una década.

El pasado 20 de diciembre el gobierno federal anunció que destinará 6.7 millones de dólares para atender las causas que hacen que los jóvenes se unan a bandas criminales. Oficialmente se reconoce que unos siete mil jóvenes en todo Canadá están envueltos en el crimen organizado.

Ottawa también proveerá 400 mil dólares para la policía de Toronto para incrementar las tareas de vigilancia en los vecindarios más peligrosos.