RESEÑA: Zombieland: Double Tap le hace justicia a 10 años de ausencia
Por: Moisés Mendoza
Bien dicen que la nostalgia vende, y aunque entre muchos de los amantes del cine, Zombieland pudo no ser una de las películas que en su momento imaginaron una secuela, después de 10 años los muertos vivientes hicieron su regreso con decencia, y nada más.
Primero lo primero. Zombieland: Double Tap (o Zombieland: Tiro de Gracia), trae de vuelta al elenco que volvió un clásico a su predecesora, donde cada parte juega una parte esencial en este mundo post-apocalíptico donde no queda de otra más que tratar de llevar la fiesta en paz y encontrarle un sentido a semejante y desolada vida.
La ventaja de todo esto, es que la historia es presentada, al igual que la anterior, con un humor bastante noble que trae consigo muertes interesantes entre los zombis, algo que los fans de las películas y juegos de supervivencia agradecerán.
Sin embargo, no todo resulta color de rosa en esta segunda, y muy probablemente última entrega. Y es que, con tanto y tan poco a la vez, pues hablamos de un mundo con muy pocos seres humanos no infectados, las ideas parecieron no fluir siempre por el camino correcto para Ruben Fleischer, director que nos deleitó con una primera gran propuesta, y se atascó un poco en la secuela.
El guion, elaborado por Rhett Reese, Paul Wernick y Dave Callaham, toma un punto de partida que pierde el sentido conforme avanza la trama, y sin revelar mucho de la misma, termina por perderse a la hora de llegar al final de la cinta. Si de lo que se trata es de disfrutar el viaje sin importar el camino, en ese sentido el trabajo se podría decir estuvo bien hecho.
Con nuevas adiciones de personajes que muestran un poco de lo que vivimos en la actualidad pero que estos compañeros estancados una década atrás no conocieron, la trama no pierde mucho sentido, pero tampoco nos brinda grandes añadidos que sean dignos de recordar, salvo una breve escena post-créditos que seguro valdrá la pena para muchos la entrada a la sala de los cines.
A título personal, los cuatro personajes principales (Emma Stone, Abigail Breslin, Jesse Eisenberg y Woody Harrelson) se perciben agradables luego de 10 años de no representar este papel, aunque por obvias razones, Abigail Breslin, la más joven, fue la que modificó un tanto su actitud a una joven con problemas clichés de joven, cuya búsqueda de identidad y propia felicidad develan en mayor parte la trama de Zombieland.
Sin embargo, el más destacado de todos es sin duda Woody Harrelson, quien a pesar de ser el mayor en la cinta, le otorga mucha vida y juventud a su personaje, a la par de mostrar un lado más paternal y sensible con una idea clara de su destino. Fenomenal.
Ha pasado una década de la que yo considero una de las mejores películas del género zombi-comedia, y aunque su regreso pudo ser triunfal, tropieza en una laguna dramática que nos remite a disfrutar a nuestros viejos conocidos y una buena dosis de vísceras y cerebros volando por doquier.Calificación: 7/10