En cada salto Edgar se visualizaba en olimpiadas, hoy compite en Tokio

Por Mónica Miranda

Hermosillo.- Fueron 15 años de entrenamiento, clasificatorias y preparación constante los que le valieron a Edgar Rivera para llegar a los juegos olímpicos, a donde van solo los mejores atletas del mundo.

El joven de 30 años originario de Agua Prieta, Sonora, llegó el pasado 25 julio a Tokio para participar en la disciplina de salto de altura representando a México con el compromiso de obtener una de las tres primeras preseas, oro, plata o bronce y colocar al país en los primeros lugares del ranking de medallas ganadas por deportistas mexicanos.

“Muy contento de estar aquí, siempre es un orgullo representar a México, es un honor para mí y qué más que una competencia como lo son los juegos olímpicos, que es la máxima justa deportiva a la que aspiramos los deportistas, entonces muy contento, la familia también desde un principio muy contentos, muy emocionados, siguieron mi proceso de clasificación muy de cerca”.

El éxito deseado en más de una década de entrenamiento, lo disputará este jueves 29 en la competencia de salto de altura que se celebrará a las 5:15 de la tarde hora de México, 9:15 de la mañana en Tokio.

En este encuentro esperaría superar su marca récord de 2.31 metros, que consiguió en junio de este año en Eslovaquia.

“La verdad no las he contado, son bastantes, son muchas competencias las que he hecho y cualquier competencia podría decirse que ha sido especial por sus motivos, desde competir en Agua Prieta en los municipales, Nogales en la etapa regional, luego Hermosillo en la estatal, en Baja California, como que toda esa formación como atleta fue lo que me ha llevado a esta experiencia”.

A lo largo de su carrera como deportista ha representado a México en juegos centroamericanos, juegos panamericanos, campeonatos mundiales, iberoamericanos, entre otros.

Desde niño sus padres le inculcaron a él y a sus dos hermanos el gusto por el deporte, aproximadamente a los 12 años comenzó a practicar atletismo y pentatlón hasta que identificó su mayor potencial en salto de altura.

“Creo que también el apoyo de mis padres, no solamente el ejemplo que nos dieron en el deporte, sino también el apoyo que nos daban en cada competencia especialmente cuando estábamos más chicos que nos llevaban a las competencias, dejaban el trabajo e iban y nos llevaban a Nogales, a Hermosillo, inclusive llegaron a ir a competencias mundiales juveniles que es un poquito más complicado”.

A futuro augura cambios en su vida, los próximos años participará en el campeonato mundial de atletismo, juegos panamericanos y centroamericanos. Después espera estabilizar su carrera profesional como ingeniero industrial.