Coronavirus

Nelly y Erik, mutaciones de Covid que amenazan con empeorar pandemia

Los científicos que monitorean la evolución del nuevo coronavirus están inquietos

por Agencias

21/01/2021 11:18 / Uniradio Informa / Coronavirus / Actualizado al 17/02/2023

-Los científicos que monitorean la evolución del nuevo coronavirus están inquietos.

ESTADOS UNIDOS.- Tras la aparición a finales de año de dos variantes aparentemente más contagiosas, detectadas en Reino Unido y Sudáfrica, un grupo de investigadores publicó el 12 de enero la descripción de una tercera variante sospechosa en Brasil, relativamente similar a las dos anteriores.

Los autores sugieren una posibilidad preocupante: la evolución convergente, el mismo fenómeno que hizo que los murciélagos y las aves desarrollaran alas de forma independiente hace millones de años.

El coronavirus también podría estar mutando en diferentes partes del mundo en la misma dirección: versiones más transmisibles e incluso capaces de reinfectar a algunas personas que ya han tenido el covid, según el equipo que ha advertido de la variante brasileña, liderado por el epidemiólogo.Nuno Faria , del Imperial College London.

La nueva variante, detectada en la ciudad amazónica de Manaus, presenta una combinación única de mutaciones, pero dos de ellas son viejos conocidos. Algunos genetistas los llaman Nelly y Erik, por similitud con sus nombres técnicos: N501Y y E484K. Nelly y Erik son dos mutaciones que afectan el pico del coronavirus, la clave con la que el virus ingresa a las células humanas. La mutación de Nelly está presente en las tres variantes inquietantes y Erik se une a ella en la sudafricana y la brasileña.

El virólogo Rafael Delgado expresa su “preocupación” por esta posible evolución convergente, con combinaciones de mutaciones que pueden repetirse porque representan una ventaja para el virus. Un estudio preliminar del bioquímico estadounidense Jesse Bloom sugirió hace un par de semanas que la mutación E484K multiplica la capacidad del coronavirus para escapar de los anticuerpos del plasma sanguíneo de algunos donantes que ya han superado el covid.

Y otra investigación publicada este martes sostiene que “la mayoría” de las personas que ya han tenido una infección natural por el nuevo coronavirus podrían reinfectarse con la variante sudafricana. El trabajo, todavía un borrador pendiente de revisión está firmado por la viróloga Penny moore., del Instituto Nacional de Enfermedades Transmisibles de Sudáfrica.

La variante británica, con Nelly pero sin Erik, aparentemente surgió en el Reino Unido en septiembre y ya se ha registrado en 40 países. Las autoridades británicas estiman que es entre un 30% y un 50% más transmisible. En España, se identificó por primera vez en plena Navidad, en el Hospital 12 de octubre de Madrid.

“Estamos detectando en este momento entre un 2% y un 3% [de variantes británicas respecto al total]. El porcentaje es pequeño, de momento, pero claramente ha ido aumentando”, explica Rafael Delgado, jefe del Servicio de Microbiología del 12 de octubre. En Dinamarca, la variante británica representó el 2,4% de las muestras analizadas hace dos semanas y ya alcanza 7%.

La variante británica no produce una enfermedad más grave, pero es más contagiosa según todos los indicios, por lo que el resultado final sería un mayor número de muertos, en cualquier caso.

“Los hospitales te llenan antes. Y, por tanto, es un peligro, sobre todo en la situación en la que nos encontramos ahora, que ya es mala. Es preocupante”, afirma el biólogo Iñaki Comas, codirector del consorcio de secuenciación de genomas del coronavirus en España. Comas calcula que la variante británica solo alcanza una frecuencia de entre el 1% y el 5% en todo el territorio español, de momento.

La variante sudafricana ya se ha registrado en 13 países, incluidos Francia y Alemania. El brasileño solo ha sido identificado en Brasil, Japón y Corea del Sur. Aún no se ha detectado en España ninguna de estas dos versiones del virus. “La ola actual en España no se debe a ninguna de estas variantes, sino a las que ya teníamos”, subraya Comas. Puede que sea cuestión de tiempo. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) calculan que la variante británica será la dominante en Estados Unidos en marzo.

Algunos especialistas, como el estadounidense Trevor Bedford, creen que estas nuevas variantes han surgido en personas con una infección crónica, proceso en el que las defensas luchan contra el coronavirus durante meses, hasta que aparece un mutante que invade mejor las células humanas y logra escapar.

Bedford del Fred Hutchinson Research Center se basa en el caso de un hombre de 45 años que, por un problema en su sistema inmunológico, ingresó con covid durante cinco meses en el Brigham and Women's Hospital, en Boston (EE. UU.). Los médicos que lo atendieron relataron “una evolución acelerada del virus” hasta que el paciente terminó muriendo. Entre las mutaciones detectadas estaban Nelly y Erik.

Es muy raro que una sola mutación cambie el curso de un virus, pero existen precedentes. Un solo cambio en el virus chikungunya hizo que el patógeno fuera capaz de infectar una nueva especie de mosquito y así aumentar su potencial epidémico, según un estudio de la Universidad de Texas.

Sin embargo, lo que más preocupa a los científicos es el efecto sinérgico de varias mutaciones relevantes. Rafael Delgado está especialmente preocupado por la coincidencia de Nelly y Erik en las variantes sudafricana y brasileña.

Un estudio preliminar con 20 voluntarios, publicado el martes, también sugiere que los anticuerpos de los vacunados, con dosis de Pfizer o Moderna, son ligeramente menos efectivos contra las nuevas variantes con las mutaciones Nelly y Erik.

“Es posible que las vacunas deban actualizarse periódicamente para evitar una posible pérdida de eficacia clínica”, concluyen los autores, dirigidos por el inmunólogo Michel Nussenzweig, de la Universidad Rockefeller (EE. UU.). Los investigadores enfatizan que el efecto observado es "modesto".

El genetista Fernando González Candelas, codirector del consorcio español, recuerda la excesiva alarma generada en el último año con otras mutaciones, como la D614G, identificada como posiblemente más contagiosa desde el verano y ahora absolutamente dominante en todo el mundo.

González Candelas, catedrático de la Universitat de València, se muestra muy escéptico ante la hipótesis de que el coronavirus evolucione en la misma dirección. “Con los virus hay que tener mucho cuidado. Incluso si la misma mutación aparece varias veces, no significa que haya una evolución convergente.

La probabilidad de que la misma mutación aparezca de forma independiente es muy alta”, argumenta. "Hay demasiada alarma anticipada al respecto".

González Candelas sí cree que se podrían estar creando las condiciones para la aparición de cepas ventajosas del virus.

“A medida que aumenta el número de personas vacunadas o con inmunidad generada por una infección previa, se favorece la infección por aquellos virus que pueden evadir estas defensas inmunitarias”, razona. El comité de emergencia de la Organización Mundial de la Salud declaró el 15 de enero que el riesgo es "muy alto" y pidió a los países que dediquen más recursos al seguimiento de las mutaciones del coronavirus.

Casi nadie considera la posibilidad de que las vacunas dejen de funcionar repentinamente, pero su efectividad actual del 95% podría ir reduciéndose progresivamente hasta el punto de tener que actualizarlas, como ocurre cada año con la vacuna antigripal.

“El problema es que mucho de lo que sabemos sobre los efectos de las mutaciones proviene de experimentos con mutaciones individuales: pones una mutación [en una réplica del virus en el laboratorio] y ves qué pasa. Pero carecemos de mucha información experimental sobre cómo interactúan todas estas mutaciones: cuál es el impacto de unir a Nelly y Erik”, explica Iñaki Comas, del Instituto de Biomedicina de Valencia (CSIC).

Comas, sin embargo, es optimista. “Probablemente, tanto la variante sudafricana como la brasileña tengan algún efecto sobre la inmunidad, debido a esa mutación E484K, pero no esperamos que ninguna de estas variantes, ni siquiera la británica, afecte a las vacunas actuales.

La inmunidad que obtenemos con las vacunas es mucho mayor que la inmunidad natural después de una infección”, asegura. El propio Jesse Bloom, uno de los científicos que más ha estudiado la mutación E484K, ha declarado que confía en que "las vacunas actuales serán útiles durante bastante tiempo".

“Lo más importante ahora con respecto a las vacunas es no preocuparse por las variantes, sino preocuparse por la vacunación: que llegue a todas las poblaciones en todas partes del mundo”, dice Comas. En cuanto a las nuevas variantes, el investigador español recuerda la estrategia básica para frenarlas: “Aún no se ha inventado una variante que sea capaz de saltarse una máscara”.

Temas relacionados Covid-19 Mutaciones pandemia