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Venezuela ¿Reflejo Mexicano?

De manera irónica, muchas dictaduras modernas se autodenominan democracias, usando este término para justificar acciones que son claramente injustificables contra la mayoría de sus ciudadanos.

Isidro Aguado Santacruz
Isidro Aguado Santacruz Archivo

por Isidro Aguado Santacruz

02/08/2024 13:50 / Uniradio Informa / Columnas / Actualizado al 02/08/2024

"En la lucha por la democracia, Venezuela actúa como el espejo en el que México debe observarse para evitar su propio destino autoritario." - Isidro Aguado 

En pleno siglo XXI, una era definida por notables avances tecnológicos, incluyendo la inteligencia artificial, que va más allá de lo que muchos hubieran imaginado, uno podría pensar que el mundo debería funcionar sin contratiempos. Sin embargo, nos encontramos ante serios problemas globales, algunos más críticos que otros. Países vecinos, como Cuba, Nicaragua y Venezuela, están bajo regímenes autoritarios, y nuestra propia situación en términos de libertad es alarmante.

De manera irónica, muchas dictaduras modernas se autodenominan democracias, usando este término para justificar acciones que son claramente injustificables contra la mayoría de sus ciudadanos.

Venezuela está atravesando un momento extremadamente difícil, con elecciones recientes que se presentaron como democráticas pero que claramente favorecieron al gobierno mediante el uso indiscriminado de recursos. No obstante, la oposición presentó evidencias que demuestran una victoria innegable, así como la derrota de Maduro.

La perspectiva del fundador de la Cuarta Transformación, Andrés Manuel López Obrador, ha sido diferente a la de otras naciones y entidades internacionales. Hizo un vehemente llamado a evitar atrocidades en nombre de la democracia y solicitó a la OEA que no interfiriera en los resultados electorales. Declaró que la OEA carece de credibilidad y cuestionó abiertamente: "¿Con qué base la OEA asegura que ganó el otro candidato, dónde están las pruebas?" Además, subrayó que México no asistiría a la reunión convocada por la OEA para discutir la situación electoral en Venezuela.

Es pertinente recordar al presidente mexicano que, además de su postura absurda ante una realidad evidente para todos, excepto para él, demuestra su desconocimiento al criticar el "injerencismo" de la OEA. La organización, en su Carta de fundación de 1948, de la cual México es miembro desde su inicio, tiene como objetivo promover la democracia y los derechos humanos.

María Corina Machado subió al sitio web accesible para todos el 84% de las actas emitidas por las máquinas de voto electrónico, mostrando que el candidato opositor ganó por más de dos a uno. El Consejo Nacional Electoral emitió una cifra global extraña basada en el 80% de las casillas y afirmó que el 20% restante fue hackeado por alguien en Macedonia del Norte con la complicidad de la oposición en Venezuela. ¿Alguien realmente les cree? Mientras tanto, los chavistas buscan cambiar las actas electrónicas.

Me resulta sorprendente recordar la forma tan contundente en que AMLO se manifestó en 2006. En su opinión, Felipe Calderón, su adversario, no había ganado la presidencia; él sostenía que el verdadero vencedor había sido él. En consecuencia, ocupó la avenida Reforma durante varios días y se autoproclamó presidente legítimo, colocándose una banda presidencial.

El presidente de México, alineado con los miembros del Foro de Sao Paulo, espera que el Consejo Nacional Electoral, bajo el control del gobierno de Maduro, informe sobre los resultados de las elecciones. Esta postura resulta inquietante, ya que podría acercar a México al modelo chavista. No debemos pasar por alto las relaciones cercanas que López Obrador ha mantenido con Nicolás Maduro y Miguel Díaz-Canel, el presidente-dictador de Cuba. Los acontecimientos en Venezuela podrían ser un reflejo para México. ¿Estamos avanzando hacia una fase de la Cuarta Transformación que se asemeje al chavismo?

Las reacciones de Maduro frente a las protestas ciudadanas son la represión y la cárcel. Llamó a Edmundo González Urrutia "cobarde" a presentarse en el Palacio de Miraflores para hablar con él. Entretanto, Brasil y Colombia expresan su preocupación por la situación en Venezuela. Luiz Inácio Lula da Silva, llamado por el presidente Biden, funge como vocero de América Latina, algo que López Obrador deseaba ser al inicio de su gobierno pero no logró.

Sin embargo, Maduro, heredero del antidemocrático chavismo, acudió al Tribunal Supremo de Justicia para llevar a cabo una auditoría de los comicios. Este tribunal, al servicio de Maduro, es lo que López Obrador desea con la Suprema Corte de Justicia de la Nación, así como la sobrerrepresentación de Morena y aliados en el Congreso. Nos vemos reflejados en Venezuela, que podría transformarse en una suerte de Corea del Norte.

Como decía Anacleto González Flores en tiempos de Calles y Obregón:

"Muchas veces se ha llamado a los comicios; pero con la necesaria anticipación han contado sus cabezas y sus puños los farsantes. Y han temblado de espanto ante el número de los que votarían contra ellos. Y en lugar de preparar una votación seria, limpia e intachable, han abierto un garito donde se han dado cita los tahúres de profesión. Ni siquiera el azar ha podido tomar parte. No ha habido más cartas victoriosas que la de los empresarios del garito."

El pueblo venezolano ha reaccionado con vigor, desafiando la violencia de Maduro, que ya ha costado vidas. Cuando un pueblo ha sido tan lastimado y humillado pero conserva un sentido del honor, debe reaccionar y enfrentar la tiranía. Esperemos que la resistencia no solo se mantenga, sino que crezca y que el mundo democrático apoye los esfuerzos y reclamos legítimos de los ciudadanos venezolanos, reconociendo la victoria de la oposición y exigiendo que Maduro deje el poder.

Para finalizar, la situación en Venezuela, marcada por elecciones manipuladas y una creciente represión bajo el régimen de Maduro, sirve como un sombrío recordatorio de los peligros que enfrenta cualquier nación bajo un gobierno autoritario. A medida que observamos la aproximación de México hacia prácticas cuestionables y relaciones preocupantes con regímenes similares, la pregunta surge inevitablemente: ¿Venezuela es realmente un reflejo Méxicano? Creo que este ejemplo de los venezolanos debe servirnos a los mexicanos para reflexionar y defender los derechos legítimos de las instituciones que garantizan nuestra libertad y justicia.

Excelente fin de semana.

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