Los dulces de la Chiquis

@chefjuanangel

-¡Chiquis, ssshhhhh, eiiiii, Chiiiquis, ya salió la profesora Reina del " 2° A"!-

Los salones de la escuela primaria Félix Romero, en la Capital del Mundo, estaban distribuidos a lo largo de dos pasillos paralelos, y aunque había un patio central que los separaba, se podía ver a través de las puertas todo lo que sucedía al interior, ya que siempre estaban abiertas (dicen que para sacar los fuertes aromas a pedito con lápiz). El extremo sur de los pasillos se unía a la Dirección y Biblioteca, formando una herradura, en cuya parte central estaba la entrada principal. Los primeros dos salones de cada pasillo correspondían al segundo grado, del lado derecho "2° A" liderado por la profesora Reina, y a la izquierda "2° B", encabezado por el profesor Sergio. Todos los días a las 10:20 en punto, la profesora Reina dejaba a los alumnos dibujando para salir a acomodar los dulces de la cooperativa escolar, ya que el recreo iniciaba puntualmente a las 10:30 de la mañana. -¡Dientón, Dientón, no seas bizcocho, dame el papelito que escribiste para la Chiquis!- la maestra apenas había salido de la puerta y ya iniciaba el enlace entre ambas aulas para que el Dientón pudiera comunicarse efectivamente con la Chiquis, quien estaba sentada en la última fila de mesabancos, justo frente a la puerta -Mira Chiquis, voltea, ya viene Candelario del Segundo A con un papelito- Escurriéndose por la pared de la Biblioteca y agachándose debajo de las ventanas, Candelario llevaba en la bolsa de su camisa un papelito doblado, la misión era cruzar el patio por el pasillo que unía las puertas de los dos segundos grados, esquivando con éxito la Biblioteca y la Dirección -¿Quién me lo manda?- susurró la Chiquis sonrojada cuando Candelario le puso el papelito en la mano; y aprovechando que el profesor Sergio escribía concentradamente en el pizarrón, se levantaron las últimas filas para ver lo que decía -Me gustas mucho- leyó bajito la Chiquis, volteó el pedazo de papel y escribió con lápiz bicolor "Nos vemos en el recreo", sacó un caramelo de fresa de su mochila y le dio un beso clavando la mirada en el Dientón que la veía atónito desde el otro lado del corredor -Llévaselo- ordenó a Rafael, su mensajero, que también estaba enamorado de ella. Casi a gatas, Rafael atravesó el pasillo y entregó el mensaje al Dientón, este lo tomó con sus dos manitas y olió el papel como si tuviera los perfumes de su amada -Riiiiiing. riiiiiiiiiiiiiing- en ese momento sonó el timbre, todos salieron al recreo, el Dientón se quedó sentado saboreando el dulce de fresa, la máxima expresión de cariño que tuvo la Chiquis con él, ya que jamás lo volvió a tomar en cuenta, ni siquiera en el recreo.

Los dulces son una de las mejores maneras para comunicar muestras de afecto, cariño, bienvenida o agradecimiento:

• Las bolsitas de dulces hacen sentir afortunados a los más pequeños.
• Los chocolates siempre acompañan las grandes festividades.
• Las paletas son el remedio infalible de los doctores para que los niños se dejen curar.
• Las mentas que llegan al final de una comida a la mesa de los restaurantes siempre te ayudan a calmar y endulzar el aliento.
• Las golosinas se convierten en premios para los pequeños que cumplieron la tarea asignada.
• Compartir un chicle siempre será la manera más educada, efectiva y directa de comunicarle al prójimo el mal aroma que sale de su boca.

Chef Juan Angel Vásquez - Licenciado en Periodismo y chef profesional, creador de contenidos gastronómicos para plataformas digitales y embajador de marcas de alimentos.