Columnas

El efecto Kamala

El triunfo de Trump no es inminente como se pensaba hace dos semanas.
Kamala, Harris X @KamalaHarris
Manuel Valenzuela 05-08-2024

Manuel Valenzuela V.

A dos semanas de la renuncia de Joe Biden a la candidatura demócrata y de que él mismo apoyara a Kamala Harris para sustituirlo, ya podemos empezar a medir lo que podemos llamar el "efecto Kamala" para el proceso electoral en marcha en Estados Unidos. Podemos hacerlo al menos en los siguientes campos: encuestas, estado de ánimo, recaudación de fondos para la campaña y en penetración de su candidatura en sectores específicos de población donde Biden había perdido en las preferencias.

   De acuerdo con la valoración de la revista The Economist en su edición de la semana que transcurre, el cambio ha sido dramático. De una caída en picada que el partido demócrata estaba teniendo después del desastroso desempeño de Biden en el debate del 27 de junio pasado, y del incremento en las preferencias hacia Trump luego del intento fallido de asesinato, en dos semanas el panorama ha cambiado radicalmente. En el promedio de las encuestas nacionales, los demócratas han recuperado unos siete puntos en las preferencias, ahora hacia Harris, y han empatado la contienda. Mantienen además una tendencia al alza por lo que es probable que a estas alturas se esté produciendo un cruce de las preferencias a favor de los demócratas.

De hecho, hay ya algunas encuestas que ya están registrando ese cruce. De acuerdo con el portal de encuestas FiveThirtyEight, aunque el promedio general sigue empatado, la encuestadora YouGov/CBS News, en agosto 2 ya registró a Harris arriba por dos puntos, mientras que RMG Research tiene a Harris arriba por cinco puntos, lo mismo que Civias la pone cuatro puntos encima de Trump. Hay otras encuestas de días previos que siguen registrando a Trump arriba por lo que en el promedio prevalece el empate.

Pero más allá, de las preferencias nacionales muestran, quizá más relevantes son las preferencias a nivel de los llamados estados "bisagra", donde la semana previa a la renuncia de Biden a la candidatura, Trump lidereaba la preferencia en todos, promediando siete puntos arriba de Biden. En el momento de escribir esta nota (lunes 5 de agosto), la ventaja de Trump se hay esfumado y ya no lidera las preferencias en ninguno. En Minnesota (+10), Wisconsin (+2) y Michigan (+12) la tendencia se ha revertido según algunas encuestadoras y Harris ha tomado el liderato, mientras que la contienda está empatada en Arizona, Nevada, Georgia, Carolina del Norte y Pennsylvania. 

Así que a nivel de preferencia electorales el efecto Kamala ha sido dramático y, de mantenerse, pudiera ser decisivo para el destino de Estados Unidos en el corto plazo. Sin embargo, hay otras áreas en las que también se ha reflejado este efecto. Una de ellas es el entusiasmo y energía que Harris ha inyectado a la campaña demócrata. The Economist registra que, según una encuesta levantada por el propio semanario británico, la última semana de Biden como candidato, solo el 62 por ciento de los demócratas se mostraban entusiasmados en votar por él, mientras que una semana después de que se perfilara Harris para sustituirlo, este porcentaje había brincado hasta 79 por ciento, 17 puntos más en una semana y con tendencia a subir. 

Ligado a esta inyección de entusiasmo y energía, está el hecho de que en dos semanas se hayan registrado más de 170 mil voluntarios adicionales para ayudar a la campaña demócrata en el siempre importante "trabajo de tierra". 

Por otro lado, en el no menos importante trabajo de recaudación de fondos, Kamala Harris ha recaudado más de 300 millones de pesos en solo dos semanas, dos tercios de los cuales provienen de nuevos pequeños donantes. Esto es más del doble de lo que Trump tiende a recaudar en un mes. Esto seguramente va a potenciar la campaña de Harris en medios electrónicos y redes sociales.

Un aspecto adicional del "efecto Kamala" es la atracción de votantes antes decepcionados por la candidatura y el desempeño de Biden. El propio semanario británico registró que antes de la renuncia de Biden, nueve por ciento de los votantes indecisos que normalmente sufragan por los demócratas habían decidido votar por una tercera opción, diferente tanto a Biden como a Trump. Poco más de una semana después Harris había recuperado seis de esos nueve votantes.

De igual manera, el "efecto Kamala" está atrayendo a votantes de todos los grupos sociales, especialmente de los sectores que se mantenían alejados de Biden, como los jóvenes, las mujeres, los hispanos, los afroamericanos, el voto de los suburbios de las grandes ciudades, el voto de hombres blancos y hasta de los adultos mayores de 65 años, aunque en este último sector el cambio ha sido menor. 

¿Quiere decir esto que Harris va a ganar? No lo sabemos. Es muy pronto para adelantar el comportamiento final de los votantes en las elecciones de noviembre. Falta tiempo y cualquier acontecimiento pudiera influir para cambiar las preferencias, pero al menos ahora podemos estar seguros de que la contienda será muy competida y que el triunfo de Trump no es inminente como se pensaba hace dos semanas. Hoy, más bien el escenario de triunfo demócrata empieza a crecer. Veremos si este escenario se concreta.