Con quema de gavilla, pierde dinero el productor y se pierde salud

Por Arianna Monteverde

Ciudad Obregón.-    Con la cancelación de los segundos cultivos por la falta de agua en el Valle del Yaqui, no existe una justificación importante para que en los últimos días se hayan acelerado las quemas de gavilla en el Valle del Yaqui, las cuales ya suman 12, informaron autoridades municipales.

De acuerdo con especialistas, uno de los motivos por los que los productores hacen la quema es para evitar los rastreos, ahorrar dinero en el uso de tractores y preparar la tierra para un segundo cultivo de manera más rápida.

Juan Manuel Cortes, investigador y especialista en manejo sostenible de suelos, destacó que saben que esta es una de las prácticas que daña demasiado al suelo y al medio ambiente en general y aunque ha ido en decremento, sí se llegan a presentar.

El daño inmediato con esta práctica la tiene el suelo, pues se daña la materia orgánica hasta 5 centímetros por debajo de la superficie, la cual cada vez es más difícil de recuperar.

“La materia orgánica que podrían incorporar con los residuos de cosecha y darle mayor estructura a su suelo, pues con esto eliminan cualquier posibilidad de hacerlo”, explicó.

Dependiendo de la dirección de cómo vaya el viento, expresó las partículas de ceniza y materia orgánica que se quema puede viajar como mínimo unos 25 kilómetros afectando así la salud de las personas que se encuentren dentro del perímetro de donde se realizó la quema de gavilla.

Si el productor, quema por 5 años consecutivos su predio, en los ciclos subsecuentes, manifestó tendrá pérdidas en el rendimiento de hasta una tonelada por hectárea.

Por el contrario, dijo, al dejar la paja de trigo para que se pueda integrar con la tierra, el productor pierde hasta mil 500 pesos por hectárea, pues el nitrógeno que aporta al cultivo, después se tiene que reponer con agroquímicos.

“Por todos lados el productor pierde al realizar la quema de gavilla, pues tienen que invertir más, además del daño que se genera a la población por la contaminación, como regla después de cada siembra se tiene que rastrear, pero ahorita por la sequía esto también puede ser un detonante para que se creen incendios se diseminen rápido”, explicó.

En tanto, Francisco Mendoza Calderón, titular de la Unidad Municipal de Protección Civil, agregó que en lo que va de la temporada se han acumulado 12 incendios, de los cuales, en su mayoría algunos han sido con menos de media hectárea afectada y sólo una parte de 20 hectáreas, para un total de 30 hectáreas siniestradas.

De las dos quemas, agregó, se levantaron dos multas y el resto, todavía continúan en proceso de sanción, monto que asciende a los 3 mil 584 pesos por hectárea de cultivo que se llega a siniestrar.

Mendoza Calderón, hizo un llamado a los agricultores del Valle del Yaqui para evitar la quema de gavilla, no solo por las afectaciones climáticas si no también de salud.